La Ermita de Ntra. Sra. Del Cubillo como desde antiguo se la denomina, sorprende por sus grandes dimensiones, ya que no se relacionan con la escala general aplicada a edificios de este tipo. Su emplazamiento en pleno campo colabora a crear el efecto general de monumentalidad.

Al poco tiempo de producirse el milagro se comenzó a construir una primera iglesia, de pequeñas dimensiones que suponemos estuvo funcionando hasta el año 1576. Con esta fecha se inicia un nuevo proyecto motivado por la necesidad de disponer de un templo de mayores dimensiones.

Esta segunda Iglesia debió estar funcionando hasta 1656, año en que se inician las obras de construcción de la tercera y definitiva Iglesia que es la que hoy conocemos.

Ornamentación interior

La ornamentación interior de la Ermita del Cubillo se lleva a cabo en la primera mitad del siglo XVIII. En 1722 se inician las obras de cubrición de las bóvedas de cañón del crucero y Capilla Mayor, medias naranja, bóveda plana de la sacristía y bóvedas y media naranja del Camarín. En 1725 es sumamente suntuosa por la parte interior de esculturas de yeso.

Cada tramo de la bóveda se subdivide en formas geométricas cerradas y realizadas con molduras lisas y de gran relieve. A esta decoración se le suponen motivos florales, frutales, cabezas infantiles, etc. de resaltado relieve. Se observa un mayor barroquismo en la ornamentación de bóvedas del crucero, capilla mayor y media naranja.

Las pechinas pintadas al fresco que datan de 1726 representan la <<Adoración de los Pastores>>, <<La Adoración de los Magos>>, <<Presentación en el Templo>> y <<La Huida a Egipto>>. Fueron donación de Baltasar Martín García, Mayordomo ese año de la Cofradía de Ntra. Sra. Del Cubillo.

El Camarín: Tras la Sacristía se encuentran las escaleras que dan acceso al Camarín. Se trata de un espacio rectangular subdividido en tres tramos. El central cuadrado está cubierto con una media naranja sobre pechinas y los laterales con bóvedas de cañón con lúnetos. Su interior lleva un orden de pilastras cajeadas y trapilastras que carecen de capitel, ya que ha sido absorbido por el entablamento. En el testero, en el centro, se abre una gran ventana y, sobre el entablamento un óculo.

Responde a la tipología de <<camarines ocultos>>, ya que la Imagen está colocada en el retablo, pero la parte posterior está perforada por un Transparente. El acceso está disimulado y se encuentra fuera de plano de la Iglesia.

La construcción de este Camarín se debió a la iniciativa de Luis García Cerecedo, que lo llevó a cabo para cumplir el deseo de su esposa en donar a su costa el retablo de Nuestra Señora del Cubillo. Para ello, escogió un proyecto que estaba en pleno apogeo en su época, el cual consistía en una estructura anexa al retablo.

El Camarín ornamentado, pintado y dorado, cuenta con motivos decorativos que se aplican en las bóvedas y media naranja idénticos a los aplicados en el crucero y en la Capilla Mayor. Esta decoración del Camarín se realiza a finales del siglo XVIII. En 1734 es asentado el retablo, donación de Magdalena Yndiarazo, vecina de Aldeavieja.

El retablo está policromado y jaspeado, imitando el mármol. Lo más significativo que aloja es el Transparente, que se resuelve en unas sencillas puertas de cristal, que ocupan toda la calle central. Puede leerse: <<Diéronle a Nuestra Señora del Cubillo este Transparente Don Juan Becerril capitán del regimiento de Milicias de Ávila y Doña María Martín García, su mujer, vecinos del lugar de Aldeavieja, año 1772>>. Este Transparente está recorrido por un sencillo marco de rocalla y en la parte inferior presenta dos arcaicos relieves tallados en madera y dorados, donde se desarrollan dos escenas. En la primera, aparece un árbol con un cubo, y en el ángulo superior izquierdo una nube con resplandores. En la segunda escena, aparece una Iglesia muy sencilla con una torre, y también en el ángulo superior derecho una nube con resplandores. En definitiva, ambas escenas explican el milagro; el árbol y el cubo donde apareció la Virgen y expresó su deseo, de que se construyese allí un Templo en su honor.

Decoración:

Pinturas del Retablo de la Capilla Mayor: El retablo cuenta con motivos barrocos, como la columna salomónica y la adopción del Camarín, el retablo cuenta con amplias proporciones debido al ancho de la pared del testero de la Capilla. Todo el retablo es de madera y dorado, y su carácter barroco se observa tanto en planta como en alzado. En planta debido a la horizontalidad levantada en la calle mayor, y en el alzado por el empleo de la columna salomónica que le imprime movimiento.

El banco se compone de seis pedestales, ornamentados con grandes mensulones a los que se aplican hojas carnosas y se les incluye una cabeza infantil; tres calles, la central más ancha donde se coloca el Sagrario, de grandes proporciones. Las calles laterales están abiertas por las puertas que dan acceso a la Sacristía. Las dos entrecalles están ornamentadas con recuadros en los que se incluyen tallos y hojas enroscadas de gran resalto y efecto claroscurista que rodean un cubo que se apoya en tres cabezas de angelotes.

Sobre el banco se asienta el cuerpo principal del retablo. Las seis columnas salomónicas, de cinco espiras coinciden con los pedestales. En la calle principal se abre la hornacina, con dos puertas al fondo que dan al Camarín. La hornacina es muy honda y está artesonada en la parte superior y laterales.

En las calles laterales se han dispuesto tableros para pinturas en disposición vertical, con molduras lisas.

El ático se cierra en semicírculo, presentando cuatro machones que apoyan en pedestales

La ornamentación escultórica del retablo la componen angelotes tallados en madera y encarnados. Dos arcángeles en madera policromada y la escultura de Santiago Matamoros que recibe igual tratamiento. La imagen de la Virgen del Cubillo responde a la tipología de imágenes de vestir.

En el retablo mayor, nos encontramos dos lienzos. Uno colocado en la calle lateral izquierda y que nos presenta a “San Jerónimo Penitente” y en la calle lateral derecha está dispuesto el lienzo que nos presenta “La transverberación de Santa Teresa” Se estima que el año en el que se pintan ambos lienzos es 1675.

Retablos:

Retablos Colaterales: El retablo asentado en el lado del Evangelio, está dedicado al Ángel de la Guarda. Todo él se organiza en torno a una gran hornacina donde está colocada la imagen de escultura. En el lado de la Epístola, se asienta el retablo dedicado a San Andrés. En él aparece la siguiente inscripción: “Diole de limosna Baltasar García Zerezedo y Catalina Mrn Sanz su mujer año de mil seiscientos y noventa y ocho”

Retablo Lateral: En el tercer tramo del cuerpo de la iglesia y al lado del Evangelio se encuentra un excelente retablo, de gran calidad artística que responde a un concepto estético distinto a los retablos colaterales. Si el retablo denota ser obra de un excelente artista, las pinturas que en él aparecen no son menos importantes. En el ático “La Anunciación”; en el cuerpo principal “San Luis de Francia” y “San Antonio de Padua” y en el banco, en la calle central “La Huida a Egipto” Estas pinturas se les atribuyen a Francisco de Herrera, el Mozo, y se las sitúa en la segunda mitad del siglo XVII (entre los años 1662 y 1676)

El Púlpito

En la primera mitad del siglo XVIII, las obras de la iglesia van dirigidas al interior del templo, es decir, a su decoración y alhajamiento, lo cual exige que todo esté en consonancia. En 1725, Andrés de Nabas del Nogal, Mayordomo de la Cofradía y su mujer Isabel Gordo, vecinos de Aldeavieja, hacen donación del púlpito. Costeaton la obra y dorado del mismo, por lo que pagaron 3.500 reales de vellón.

El Órgano

En el año 1729, fue asentado el órgano en el coro de la Iglesia. Dicho órgano fue construido por el maestro organero Francisco Ortega vecino de Marugán (Segovia)

Pinturas

A continuación se han catalogado algunos de los cuadros y pinturas de la Ermita de Nuestra Señora del Cubilo.

1.- Milagro de la Virgen del Cubillo. Anónimo 1663

Descripción: La Virgen ocupa la cuarta parte de la composición colocada en el ángulo superior izquierdo de frente y mirando al espectador. A la derecha en un plano inferior una mujer dentro de un pozo, mira piadosamente a la Virgen. Al fondo y a la derecha las murallas de Ávila.

2.- Milagro de la Virgen del Cubillo. Anónimo 1688

Descripción: Simpático retrato de la niña María de Villas de Arévalo, que nos trae a la memoria el retrato del infante Felipe Prospero de Velázquez por los numerosos objetos que contra el mal de ojo cuelgan de su cintura. La composición responde al ya tradicional retrato de la época. La niña aparece de frente mirando al espectador, elegantemente vestida. Lleva en la mano izquierda un pajarillo y su mano derecha descansa en la cartela donde se inscribe el rótulo. La imagen está colocada en elángulo superior izquierdo sobre un cubo.

3.- Milagro de la Virgen del Cubillo. Anónimo 1680-1709

Descripción: En el centro y en primer plano un hombre orante dirige su mirada a la imagen que se haya colocada en el ángulo superior derecho. La escena se desarrolla en un paisaje rural con pequeños árboles. El rótulo ocupa toda la parte inferior del lienzo.

4.- Milagro de la Virgen del Cubillo. Anónimo 1710

Descripción: En procesión es llevada en andas la Imagen, por vecinos del pueblo de Aldeavieja y sobre la Imagen un rompimiento de gloria con cabezas de ángeles. La Imagen va precedida y seguida de clérigos cuyas figuras son muy estilizadas. En el ángulo superior izquierdo figura una Iglesia.

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